Mensaje de la Presidencia
María Olga Piñeros-Lara
(Presidente FLADEM 2023-2025)
Saludo cordial y afectuoso a todos los miembros de FLADEM, antiguos, nuevos y a quienes nos visitan por primera vez.
Soy María Olga Piñeros Lara, de Colombia, actual presidente de FLADEM y les doy la bienvenida a la página oficial, donde pueden encontrar información necesaria y pertinente, sobre Fladem, los Seminarios Latinoamericanos SLDEM, importantes convocatorias, además del correo a donde nos pueden escribir para resolver sus inquietudes.
Fladem nuestra casa común, es una maravillosa red de educadores latinoamericanos que se ha formado y consolidado con los vínculos que hemos ido tejiendo a manera de cesta, para acogernos a todas a todos, a todes. Se trata de un espacio emocional, intelectual, cultural, musical y pedagógico, que por años se ha venido construyendo y transformando con cuidado y esmero, en una fundamental tarea que nos reúne, nos moviliza, nos conmueve, nos acoge y nos da sentido como colectivo. Por supuesto, es mi compromiso protegerlo, hacerlo florecer para asegurar su devenir.
Como un tejido sagrado, su urdimbre, que es de afectos, permitirá recuperar todos aquellos lugares donde se haya podido estropear, descocer o malograr, sanando heridas y mirando con ilusión hacia el futuro. De esta manera, nuestros vínculos, cada día más estrechos, serán también más sanos, fuertes, diversos y al mismo tiempo más flexibles.
Todos y cada uno de nosotros, sin importar nuestra región de origen, o el lugar donde trabajamos o la población que atendemos, somos indispensables en este mágico entramado. Por ello, los invito a permanecer conectados, activos, comprometidos y que sea la cultura de paz, del respeto y la pedagogía de la escucha y la participación con equidad e igualdad, la que prevalezca entre nosotros, para seguir en esta tarea extensa, ya que siempre hay nuevos retos, nuevos horizontes, nuevas rutas.
Bien decía Benjamín Franklin:“Educar en la igualdad y el respeto es educar contra la violencia”; y educar en la igualdad y el respeto es educar con afecto. Estas palabras cobran mucho sentido cuando pensamos en el mundo y en el momento actual tan controvertido que vivimos. Cuando nos preguntamos ¿qué podemos hacer por nuestro país?, por ¿nuestro continente?, creo que la respuesta es, enseñar desde el afecto y hacer música desde el afecto.
Más allá de la música de la naturaleza, la música no existe sola, la hacemos los seres humanos en relación con otros, con el mundo y con el contexto que habitamos; por eso junto a la importante pregunta: ¿qué hacemos?, parece cobrar relevancia la inquietud por ¿cómo lo hacemos?, sin duda, es en torno a esta búsqueda donde emergen nuestras relaciones, vínculos, comunidad, música. Estoy convencida de que el trato afectuoso, respetuoso, equitativo y amable que le demos a nuestros estudiantes no solo incide en su desarrollo musical, sino en su continuo crecimiento personal, integral y humano, que solo puede resultar en excelencia musical. Ahora bien, si propendemos por relaciones cálidas en nuestras clases, ese mismo trato debe permear las relaciones con nuestros colegas.
Propiciemos en esta nuestra casa un ambiente de camaradería, amable, digno cortés, donde se respeten los diferentes puntos de vista o los lados opuestos en los que nos encontremos, para que continuamente prevalezca el diálogo, el sano debate, y construyamos puentes que nos acerquen, en vez de ahondar en las brechas que nos alejan.
Paulo Freire dijo “ todos podemos ser iguales y diferentes…lo que no podemos es ser iguales y desiguales, superiores e inferiores”. Fladem no es un masa uniforme, por eso muy a menudo pensamos de manera diferente y es precisamente en esa inmensa riqueza de ideas y de diversidad de lo que somos, donde surge la creatividad para consolidar nuestra red sin privilegios; pretender lo contrario sería ir en contra de la esencia misma de lo que le dio vida a Fladem.¡Que vivan las diferencias!!!
Hace 29 años, cuatro magníficas mujeres, maestras pioneras en el desarrollo del pensamiento sobre la educación musical en Latinoamérica, desde su gran conocimiento, sensibilidad, espíritu generoso y gran empuje, impulsadas por las ideas y el apoyo del músico y pedagogo canadiense Murray Schafer, le dieron forma a este gran movimiento FLADEM que hoy nos cobija con sentido de identidad, de pertenencia y de orgullo, a cientos de educadores musicales a lo largo y ancho de Latinoamérica.
Nuestra historia registra el valioso aporte de los presidentes que me antecedieron, acompañados por los miembros de sus juntas directivas, sus comités y el importante rol de los presidentes de las secciones nacionales a lo largo de estos 29 años.
El mensaje ha sido claro: reflexionar, debatir, explorar e investigar sobre quienes somos, de donde venimos , qué hacemos, cómo lo hacemos, y compartir nuestras prácticas, nuestros conocimientos, nuestras maneras, para reconocernos y mirar con orgullo y respeto nuestras raíces, nuestras tradiciones, nuestras naciones y para otorgar el importante valor que comportan.
Por eso quiero ofrecer un profundo y sentido reconocimiento a las cuatro fundadoras de Fladem, Margarita Fernández de Chile, Carmen Méndez de Costa Rica, Gloria Valencia de Colombia y Violeta Hemsy de Argentina, cuyo legado seguimos y seguiremos defendiendo, enriqueciendo, profundizando, ampliando, divulgando, teniendo siempre como derrotero la educación musical como un derecho para todos nuestros pueblos.
Gracias por su visión y empeño, por no desfallecer en esta construcción de conciencia, porque a lo largo de sus vidas y a través de todas las tareas que emprendieron y han emprendido, fueron y siguen siendo fieles a sus principios, con un alto sentido de responsabilidad, crítica y flexibilidad, en aras de la construcción pedagógica de calidad para toda Latinoamérica, con un claro y contundente compromiso de país y de continente.
Quiero contarles que estoy rodeada por una maravillosa Junta Directiva, que me acompaña como equipo de gobierno de nuestra casa Fladem: Adriana Rodrigues Didier de Brasil, vicepresidenta; Alina Mijangos de México, secretaria; Anita Binachini de Argentina, tesorera; Carlos Sánchez de Chile, vocal; Luzmila Mendivil de Perú, vocal; David Vélez de Puerto Rico, vocal; Sergio Ismael López, de Guatemala, vocal y Jorge Carmona de Costa Rica, fiscal.
Estamos trabajando con ahínco y queremos participar con ideas y propuestas para apoyar las decisiones que se deban tomar en todos los temas que se pongan sobre la mesa, teniendo en cuenta las necesidades, los retos y desafíos del presente y de nuestro continente, en sintonía con los nuevos tiempos y los cambios que se llevan a cabo en el mundo y la pedagogía. Los proyectos que desarrollemos permean nuestros contextos y ámbitos de trabajo, con el fin de ofrecer y ser una verdadera oportunidad de transformación para nuestros estudiantes y una fuente de entusiasmo y posibilidades de cambio y aprendizaje para otros maestros de nuestros círculos cercanos.
Bien dice nuestra querida Violeta: “La educación es una herramienta necesaria que influye y al mismo tiempo es influida por todo tipo de procesos individuales, naturales y sociales. En teoría, la educación no debería cesar de transformarse y progresar, permaneciendo dialécticamente flexiblea fin de responder a las necesidades cambiantes del individuo y la sociedad.” (Pedagogía Musical; dos décadas de pensamiento y acción educativa pag. 91. Grupo Editorial Lumen, Buenos Aires,2002)
Sabemos que este camino es una vocación de servicio, y así lo hemos asumido, llenos de ilusión y de flexibilidad, con oídos y corazón abiertos.“Debemos lograr que las decisiones y los cambios sean resultado de un consenso, de modo que la verdad y el bien común lleguen a prevalecer sobre las consideraciones e intereses particulares”(Luis Fernando Múnera S.J.)
Para todos un cálido abrazo que, espero podérselos dar de manera personal muy pronto, con la seguridad que trabajaré con emoción y entrega, de la mano de la Junta Directiva, para que las semillas sembradas hace 29 años sigan dando muchos frutos y continúen transformando el alma de todos los educadores musicales de todas las generaciones, actuales y venideras, para que todos con la frente en alto y a una sola voz resonante, sigamos diciendo y cantando: YO SOY FLADEM
María Olga Piñeros - Lara
Cordiais e afetuosos cumprimentos aos membros do FLADEM, antigos e novos, e àqueles que nos visitam pela primeira vez.
Sou María Olga Piñeros Lara, da Colômbia, atual presidente do FLADEM. Dou a vocês as boas-vindas à página oficial do Fórum, na qual vocês podem encontrar informações sobre o FLADEM, os seminários Latino-Americanos SLDEM, as chamadas de trabalhos, além das formas de contato que podem nos escrever para solucionar suas dúvidas.
O FLADEM é nossa casa em comum, uma maravilhosa rede de educadores latino-americanos que foi se formando e consolidando com os vínculos que foram sendo tecidos assim como numa “cesta”, para acolher e a todas, todos e todes. Trata-se de um espaço emocional, intelectual, cultural, musical e pedagógico, no qual veio sendo construído e transformado com cuidado e esmero, na fundamental tarefa que nos reúne, mobiliza, comove, acolhe, e dá sentido a nós como coletivo. Obviamente que é meu compromisso proteger e fazer florescer este espaço, para assegurar esta transformação.
Como um tecido sagrado, suas formas e urdiduras, que são formadas de afetos, ele permitirá recuperar todos aqueles lugares onde podem ter ocorrido rasgos, descosturas ou ranhuras, sanando feridas e olhando com esperança em direção ao futuro. Desta maneira, nossos vínculos, cada dia mais estreitos, serão também mais saudáveis, fortes e, ao mesmo tempo, flexíveis.
Todos e cada um de nós, sem importar região de origem, ou o lugar que trabalhamos ou população que atendemos, somos indispensáveis neste entramado mágico. Por isso, convido-os a permanecer conectados, ativos e comprometidos, assim como que prevaleça entre nós a cultura de paz e de respeito, com a pedagogia da escuta e a participação com equidade e igualdade, para seguir nesta nossa extensa tarefa, já que sempre há novos desafios, novos horizontes, novas rotas.
Já dizia Benjamin Franklin “Educar sobre igualdade e respeito é educar contra a violência”; e educar sobre igualdade e respeito é educar com afeto. Estas palavras têm muito sentido quando pensamos no mundo no momento atual, tão controverso, que vivemos. Quando nos perguntamos “o que podemos fazer por nosso país? Por nosso continente? Penso que a resposta é “ensinar a partir do afeto, e fazer música a partir do afeto”.
Exceto pela música feita na natureza, a música não existe sozinha. São os seres humanos que a fazem, em relação uns com os outros, com o mundo, e com o contexto que habitamos. Por isso é importante a pergunta “o que fazemos?”. Também parece ser importante a inquietação de “como fazemos?”. Sem dúvidas, é em torno a esta busca que surgem nossas relações, vínculos, comunidades, música. Estou certa de que o trato afetivo, respeitoso, equitativo e amável que damos aos nossos estudantes não só incide no seu desenvolvimento musical, mas também no seu contínuo crescimento pessoal, integral e humano, que só pode resultar na excelência musical. De forma similar, se propomos relações carinhosas nas nossas aulas, o mesmo trato deve permear as relações com nossos colegas.
Propiciemos em nossa casa um ambiente de camaradagem, amável, digno, cortês, onde se respeitem os diferentes pontos de vista ou os lados opostos nos quais nos encontramos, para que continuamente prevaleça o diálogo e o debate saudável, assim como se construam pontes que nos aproximem, em vez de afundar nas brechas que nos afastam.
Paulo Freire disse: “todos podemos ser iguais e diferentes... o que não podemos é ser iguais e desiguais, superiores e inferiores. O FLADEM não é uma massa uniforme, por isso frequentemente pensamos de maneira diferente; e é precisamente essa imensa riqueza de ideias e de diversidade do que somos, que surge a criatividade para consolidades nossa rede sem privilégios. Pretender o contrário seria ir em contra da própria essência do que deu vida ao FLADEM. Que vivam as diferenças!
Há 29 anos, quatro magníficas mulheres, nossas pioneiras no desenvolvimento do pensamento sobre a educação musical na América Latina, a partir do seu grande conhecimento, sensibilidade, espírito generoso e grande estímulo, impulsionadas pelas ideias e pelo apoio do músico e pedagogo canadense Murray Schafer, deram forma a este grande movimento que é o FLADEM. Hoje ele envolve centenas de educadores musicais de ponta a ponta da América Latina com um sentido de identidade, de pertencimento e de orgulho.
A nossa história registra a valiosa colaboração dos presidentes que me antecederam, acompanhados pelos membros de suas juntas diretivas, seus comitês e o importante papel dos presidentes das seções nacionais ao longo destes 29 anos.
A mensagem foi clara: refletir, debater, explorar e pesquisar sobre quem somos, de onde viemos, o que fazemos, como fazemos, além de compartilhar nossas práticas, conhecimentos e maneiras, para nos reconhecer e olhar com orgulho e respeito as nossas raízes, tradições e nações, dando o importante valor que eles possuem.
Por isso, quero oferecer um profundo reconhecimento às quatro fundadoras do FLADEM: Margarita Fernández do Chile, Carmen Méndez da Costa Rica, Gloria Valencia da Colômbia e Violeta Hemsy de Gaiza da Argentina, cujos legados seguimos e seguiremos defendendo, enriquecendo, aprofundando, ampliando, divulgando, tomando sempre como rota na educação musical como um direito para todos nossos povos.
Obrigada por sua visão e empenho, por não esmorecer nessa construção de consciência, porque ao longo das suas vidas e através das tarefas que empreenderam, foram e seguem sendo fiéis aos princípios, com um grande sentido de responsabilidade, crítica e flexibilidade, cultivando uma construção pedagógica de qualidade para toda a América Latina, com um claro e contundente compromisso de país e de continente.
Gostaria de contar que tenho uma maravilhosa junta diretiva ao meu redor, que me acompanha como equipe de governo da nossa casa, o FLADEM: Adriana Rodrigues Didier, do Brasil, vicepresidenta; Alina Mijangos, do México, secretária; Anita Binachini, da Argentina, tesoureira; Carlos Sánchez, do Chile, vogal; Luzmila Mendivil, do Peru, vogal; David Vélez, de Porto Rico, vogal; Sergio Ismael López, da Guatemala, vogal; e Jorge Carmona, da Costa Rica, fiscal.
Estamos trabalhando com afinco e queremos participar com ideias e propostas para apoiar as decisões que devem ser tomadas em todos os temas que são colocados sobre a mesa, tomando em conta as necessidades, os desafios do presente do nosso continente, em sintonia com os novos tempos e as mudanças que acontecem no mundo e na educação. Os projetos que desenvolvamos permeiam nossos contextos e âmbitos de trabalho, com a finalidade de oferecer e ser uma verdadeira oportunidade de transformação para nossos estudantes, assim como uma fonte de entusiasmo e possibilidades de mudança e aprendizagem para outros professores de nossos círculos próximos.
Nossa querida Violeta diz: “A educação é uma ferramenta necessária que influencia e, ao mesmo tempo, é influenciada por todo tipo de processos individuais, naturais e sociais. Teoricamente, a educação não deveria parar de se transformar e progredir, permanecendo dialeticamente flexível, a fim de responder às variadas necessidades do indivíduo e da sociedade” (Pedagogía Musical. Dos décadas de pensamiento y acción educativa, 2002, p. 91).
Sabemos que este caminho é uma vocação de serviço, e com esse afã o assumimos, cheios de esperança e de flexibilidade, com ouvidos e coração abertões. “Devemos conseguir que as decisões e as mudanças sejam resultado de um consenso, de modo que a verdade e o bem comum cheguem a prevalecer sobre as considerações e os interesses particulares (Luis Fernando Múnera S. J.).
Para todos, um abraço carinhoso que espero poder dar de maneira pessoal logo, com a certeza que trabalharei com entusiasmo e entrega, de mãos dadas com a junta diretiva, para que as sementes plantadas há 29 anos sigam dando muitos frutos e continuem transformando a alma de todos os educadores musicais de todas as gerações, atuais e vindouras, para que de cabeça erguida e a uma só voz, sigamos dizendo e cantando: EU SOU FLADEM.
María Olga Piñeros - Lara